miércoles, 9 de noviembre de 2011

The L end

creo que esta es la ultima parte de la historia de L.. tal vez cuente alguna vez q me lo crucé despues pero ya no merece entradas enteras.
creo que la proxima historia es la de Peter, la gran historia que tengo pendiente, que en parte no me interesa contar y me alegro muchisimo no haber empezado por esa historia porque me demuestra que ya no es tan importante, pero es gran parte de mi vida y la tengo que contar.


Llegaron las vacaciones y una semana con amigos y por qué no admitirlo, pensando que con L también.
Él se iba para Gesell unos par de días antes que yo y me había dicho que cuando quiera le diga yo de vernos allá. No me gustaba tener que buscarlo yo, él sabía cuando yo llegaba y desde que noche ya podíamos vernos.
Igualmente desde antes de salir de casa el viaje ya prometía que iba a dar que hablar.

Antes de salir (un sábado a las 3, 4 de la mañana) yo estaba por ir a buscar a mi amiga Caro para ir a retiro cuando me llegó un mensaje. Pensé que era ella pero me equivoqué.
De la nada y totalmente inesperado aparecía Peter (ese del que todavía no hablé, del que debería hablar porque la historia es la base de mi vida pero la verdad no quiero contar por ahora, hasta a mi me aburrió ese cuento).
Como si supiera (siempre pienso que de alguna forma lo sabia pero no se  cual) me preguntaba si yo estaba en la costa o en capital. Le conté queme estaba yendo en ese momento y me dijo que él al día siguiente iba a estar por Gesell y que si quería nos podíamos ver un rato. Yo quería, hace un montón que no nos veíamos.
La primera noche en la costa la pasé con mis amigos que también habían llegado ese día, la segunda noche fui a un cantobar copadísimo y después lo vi a Peter un rato. Él quería que pasen cosas que a mí no me interesaba que pasen, no con él, pero estuvimos un rato a los besos en la playa.
Ya iba dos días en Gesell y quería ir a bailar pero varias de mis amigas no, entonces fui solo con dos a un boliche y las demás no tengo idea. Fue otro día sin señales de L y yo tampoco se la di. Ya habían pasado tres días y yo me quedaba una semana, la mitad de lo que pensaba que podía tener con él ya se había pasado.
Me di cuenta que no se podía seguir mas así y yo lo llamé. Esa noche él iba a bailar y yo también pero a diferentes lugares, igualmente quedamos en vernos a la salida.
Desde el principio lo vi distinto. Apenas nos vimos me dio un beso y un abrazo como nunca me había dado y yo me di cuenta que los días anteriores los había perdido en cosas que no valían la pena.
Fuimos a la playa y nos quedamos charlando sentados mirando el mar. Se ve que la necesidad de hombre que él tenía y un poco viendo todo lo que había pasado en nuestras salidas anteriores esta vez logró haber un poco mas de acción, no fue mucho pero a mí me sorprendió y me encantó de su parte.
Esa fue la primera vez que después de un “te quiero” de su parte pude decirle que yo también lo quería, y se sentía muy bien decirlo.
Al día siguiente nos volvimos a ver y yo estaba muy contenta y hasta un poco obsesionada, no sé si es la palabra correcta pero quería verlo todo el tiempo, a la tarde en la playa, a la noche en vez de salir o después de salir pero todo el tiempo no se podía o estábamos descoordinados.
Una de esas noches de boliche y como si lo hubiese planeado cuando recién entraba con mis amigas me lo encontré a T con sus amigos. Nunca lo mire a la cara pero me salía la bronca por todos lados.  Sabía que le incomodaba que esté ahí así que prácticamente me puse en la barra al lado suyo y salió corriendo. Cuando veía a alguno de sus amigos con las mías intentábamos acercarnos y ellos se escapaban. Contacto con él, nulo pero eran de esas anécdotas que hicieron de las vacaciones memoriosas.
Yo estaba muy contenta con esos días con L pero los últimos no nos pudimos ver (o sea que de 6, 7 días nos vimos solo dos). El ultimo día mis amigas se fueron y yo me quedé solo con Caro y mis amigos. L se iba el mismo día que yo pero más temprano así que cuando volvió de bailar lo pasé a buscar y nos fuimos a pasar el ultimo rato juntos en la playa muy tranquilos y súper romántico.
Un par de días después era su cumpleaños, así que yo creía que algo íbamos a hacer, esperaba a llegar para ver qué onda.
Igualmente no me pintó muy bueno ese día. Como nadie sabía que estábamos juntos (sus amigos sí, pero su familia no) me dijo que en el cumple mientras estuviesen los viejos no me iba a poder dar mucha bola y además iba a haber mucha gente por lo que todo el tiempo conmigo no iba a poder estar. No sonaba muy agradable pero sentía que tenía que ir. Yo quería ir. Pensaba regalos y cosas, tal vez demasiado para lo que teníamos, pero yo ya quería tener algo mas, estaba segura.
Pero justo, obra del destino será, me enfermé ese fin de semana y no pude salir, él siquiera preguntó y nunca se enteró que me había pasado. Lo empecé a notar diferente, cortado y en otra.
Cambiamos los roles. Era yo la que lo buscaba y él me terminaba diciendo que no podía o que le surgieron problemas o que tenía que hacer algo.
Una noche volví al boliche que íbamos siempre y le avisé, me estaba portando re bien pero él no me contestaba los mensajes. Entonces me lo encontré de casualidad y me dijo que se había quedado sin batería (no era de esas mentiras como las que le decía yo eh). Mi teléfono también se rompió ese día y no nos pudimos comunicar en toda la noche, encima me encontré a sus amigos y cuando les pregunté por él ya se había ido sin decirme nada.
Yo no entendía que le pasaba y no me lo decía tampoco.
Ya habíamos pasado todo Febrero así, desencontrados y sin vernos. Esto no estaba dando para más. Claramente si antes yo salía y estaba con otras personas en ese momento de la bronca que me generaba lo hacía peor. Tengo eso bastante vengativa, no sé si a todas les pasa pero aunque no se entere es mi forma de vengarse, al menos para mostrarme a mí que no es el lo único que puedo tener, Peter ya me lo decía que era vengativa (como cuando en el boliche no me dio bola y estuve con otro al lado suyo).
Yo notaba que entre nosotros ya estaba todo perdido pero necesitaba una explicación, que me diga algo, con un simple “no te quiero” o “me cansé” me bastaba. No quería otro flaco como T que desaparecía sin dar la cara.
Yo le hablaba por MSN y no me contestaba nunca así que me di por vencida y me rendí. No lo asimilaba del todo y no entendía mucho.
De repente una semana después más o menos apareció y me empezó a hablar así nomas, como si no hubiese pasado nada en esos días. Y si, no había pasado nada porque no había hecho nada.
Como seguía así le tuve que preguntar yo que pasaba, que había pasado ese tiempo, si estaba todo bien entre nosotros.
Su respuesta fue, “al parecer no”. Y si estaba todo mal, ¿para qué venia como si nada? por qué no me decía todo de una?
Ahí lo empezamos a hablar bien, me dijo que ya no sentía lo mismo por mí, que había pasado mucho tiempo y muchas cosas, que estuvimos siempre descoordinados que al principio él se enganchó mucho y yo no y que de a poco había empezado a dejar de sentir eso por mí. Lo entendí y sabia que él tenía razón, por eso no le pude hacer ningún tipo de escena ni nada. Las cosas quedaban todo bien entre nosotros. Creo que L quería que seamos amigos, que sigamos hablando y que nos llevemos bien, que tarde o temprano nos íbamos a volver a ver (sobre todo en el boliche) pero no yo no podía, no podía ser su amiga en ese momento. Si bien si quería seguir hablando con él de mi parte no iba a salir y se lo dije. Si él me hablaba de mi estaba todo re bien y con la mejor onda, pero no iba a nacer eso de mi porque yo lo quería y me iba a costar, al menos al principio.
Y entonces se terminó todo. Estuve varios días re mal, sin poder aceptarlo y doliéndome un montón, creo que fue la vez que mas me dolió terminar algo. Creo que es porque fue el único con el que termine bien, hablándolo y no que desapareció (como T) o sabes que en el fondo va a aparecer en algún momento (como Peter). Y así fue el fin de mi historia con L. Nos cruzamos algunas veces en el boliche pero hablamos muy poco y hasta hace algún tiempo yo quería ir solo para verlo, no para estar con él, pero para encontrármelo y charlar un poco. Sigo pensando en el tipo que me perdí, en lo mal que me porté y en lo que daría por volver a ese momento y hacer las cosas diferentes. Pero las cosas son así y estaba claro que yo no me merecía un tipo tan bueno como él. Hoy L esta de novio y le deseo que sea muy feliz, se lo re merece.

A mí me dolió un montón, pero un par de semanas después volví con Peter y volví más intensamente que nunca.
Esa es mi próxima historia


4 comentarios:

  1. uy.. me puso triste la historia :(
    bueno, igual admiro cómo lo tomaste! genial la actitud.
    espero ansiosa la historia con Peter!
    besos

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  2. me gusto mucho la historia.y te felicito por tomar todo de la mejor manera y de forma madura.
    y por lo de vengativa no te preocupes,en eso ya somos dos.
    besito!

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  3. A destiempo. Cuando dos personas están a destiempo, pasa esto, José. Yo se que suena a consuelo de tontos pero a todas no ha pasado. Por bailar en distintos ritmos, quizás dejamos ir a alguien que sí valía la pena. Sin embargo, en el futuro, puede que los rejoles internos se sincronicen y estén a tiempo de retormar eso que antes no pudo ser. Yo no daria la historia por cerrada. Ahora que sea feliz pero una novia no implica que sea una relación para toda la vida. Quizas tengas tu revancha. Beso!

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  4. jaja si, hasta hace un tiempo lo creia pero hoy ya no se.. si viene bien pero ya ni siquiera lo pienso.
    ni el ni yo somos tan perfectos y no se si realmente seria mi tipo para una relacion, pero desde entonces hasta ahora creci bastante y estoy segura que las cosas serian muy diferentes a aquella vez.

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